Rocky Balboa -personaje interpretado por Silvester Stallone- es un boxeador norteamericano de ascendencia italiana que -tras dramáticas lides en el ring y la trágica muerte de su esposa Adriann- se retira de las competiciones. Sin embargo, con más de 50 años de edad, decide volver a pelear.
Esto disgusta mucho a su hijo Robert Balboa Jr., quien, como observaremos en el siguiente video, lo recrimina duramente. Pero observemos también, y con mayor atención, cómo replica Rocky.
Ahora analicemos las siguientes muestras literales del subtitulado:
E: "No vas a creer esto, pero tu cabías en mi mano, te levantaba y le decía a tu madre: 'Este niño será el mejor niño del mundo, este niño será mejor que cualquiera que se haya conocido'. Y creciste bueno e increíble. Fue grandioso verte todos los días, fue como un privilegio".
R: "Déjame decirte algo que ya sabes: El mundo no es arco iris y amaneceres. En realidad es un lugar malo y asqueroso. Y no le importa lo duro que seas, te golpeará y te pondrá de rodillas, y ahí te dejará si lo permites".
A: "Ahora, si sabes lo que vales, ve y consigue lo que vales. Pero debes ser capaz de recibir los golpes. Y no apuntar el dedo y decir que eres lo que eres por culpa de ese o el otro".
Es cierto que el mensaje de Balboa es parte del guión de una película; sin embargo, la situación comunicativa observada refleja uno de los momentos más humanos de la vida real: cuando los buenos padres motivan , enseñan y corrigen a sus hijos.
El discurso de Balboa es otro ejemplo -como muchos- de la utilización de la Tríada ERA, aun sin haber recibido clases especializadas de alta oratoria: se trata de una estructura connatural al ser humano.
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